¿QUÉ SERÁ LO SIGUIENTE?

POR SONIA BADER MANZANO
04/04/2021

¿QUÉ SERÁ LO SIGUIENTE?

       A mí me parece que si “más” fuese de verdad “mejor”, viviríamos en la cultura más feliz y más satisfactoria del mundo. No se trata de que tener montones de cosas sea malo, erróneo o dañino en y por si, sino sólo de que el deseo de tener más y más y más es insaciable. Mientras piensas que más es mejor, jamás estarás satisfecho.

En el primer volumen de mi trilogía “Bella Constantina” en uno de los capítulos, cuento la historia de mi amigo “Mucho más” que compró una bonita casa en una zona residencial. Se sintió feliz hasta el día después de mudarse a ella. Entonces la emoción desapareció. De inmediato deseó haber comprado una casa más grande y más bonita. Su idea que “más es mejor” no le permitió disfrutar de la casa nueva, ni siquiera un día.

 

Lamentablemente no es el único. En diferentes grados, todos somos así. Ha llegado a tal punto de que cuando el Dalai Lama obtuvo el premio Nobel de la Paz en 1989, una de las primeras preguntas que le hicieron fue: “¿Qué será lo siguiente?”. Y es que, en cuanto conseguimos algo, o logramos una meta, la mayoría de nosotros simplemente continúa hacia la cosa siguiente…de inmediato. Esto anula nuestra capacidad para apreciar la vida y nuestras muchas bendiciones.

 

¿Cómo remediarlo?

El truco para superar esta insidiosa tendencia consiste en convencerte a ti mismo de que más no es mejor, y que el problema no reside en lo que no tienes, sino en el anhelo de tener más.  Aprender a sentirte satisfecho no significa que no puedas, no debas o no vayas a querer nunca más que lo que tienes, sino sólo que tu felicidad no depende de ello.

Puedes aprender a sentirte feliz con lo que posees aprendiendo a centrarte en el presente, en lo que tienes, no en lo que querrías tener.

Recuerda: puedes pasarte la vida queriendo más, persiguiendo siempre la felicidad…o puedes decidirte por desear menos de modo consciente.

                                                                                              

Aquí tienes una estrategia: cuando te asalte el pensamiento de los cosas que harían tu vida fuera un poco mejor, recuérdate a ti mismo(a) con amabilidad que, aun en el caso de que consiguieras lo que crees necesitar, no te sentirás ni una pizca más satisfactorio, porque la misma postura que te impulsa a querer más ahora, te impulsará a querer más después.

¡AHORA DEPENDE DE TI APLICARLO E INVERTIR EN TI!

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